Se quebró mi voz.

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Se quebró mi voz, y encontré las fuerzas para que no lo notaras,
porque mi llanto no escapó de mis ojos, y mis piernas no temblaron,
pues estaba sentado frente a ti, pero tembló mi alma.

Y mis manos comenzaron a sudar de recuerdos escapados,
pero aún dolorosos y quemados, los recuerdos me hirieron de nuevo,
como si estuvieran de nuevo ahí, en el momento que el da?o hicieron.

Pero estabas ahí, lista para recibirme con una abrazo cálido,
ligero y hermoso de esos que sólo sabes darme tú,
por eso no me derrumbo, porque tus manos me sujetan
y me marcan el camino cuando el llanto no me deja ver.

Se rompió mi voz, cuando vos estabas a mi lado para liberarme,
de los traumas y las penas que me embriagan,
pero me mantienen de pie a tu lado, siempre listo para estar por ti,
a la espera de tu llegada a mis brazos, cuando sepas sonrio
y existo por ti, para no llorar solo y sonreir si estás a mi lado.

Estaré para tí.

Sí, con acento mal colgado, pero con el énfasis requerido,
estaré para tí si quieres contar conmigo, paso a paso,
inentando comprenderte porque lo amerita la ocasión,
porque puedo y quiero hacerlo hoy que tengo la razón,
el motivo o circunstancia que me significas, sólo tú.

No podrás tocarme, ni saber si estoy mirando tus ojos,
pero sabrás en mis letras, que intento comprender tu corazón,
espíritu desesperado por encontrar la razón, de levantar cada día,
una nueva procesión, un motivo de arrancar siempre de ceros.

Déjame llegar hasta tu cuerpo por tus ojos, y al leerme
te enteres que somos diferentes, pero aún así podemos caminar,
juntos aún estando a la distancia de unas letras que nos conecten,
rompiendo las barreras espaciales que separan los momentos simultaneos.

No te quedes sin buscarme, que aguardaré por tu busca,
no te quedes sin mirarme, que esperaré por tu mirada,
estaré para tí todas las lunas que me permitas entrar en tu morada,
déjame entrar a ese mundo tan tuyo como de nadie,
para encontrar la manera de hacerte ver, que lo hermoso de la vida,
aún está por venir, pero debemos estar vivos para cuando suceda,
listos para recibir la vida en nuestras manos que más juntas
pero más lejos que nunca, abiertas nos permitan vislumbrar una esperanza.

Estaré para ti, si un día me buscas, y en mis letras inconclusas
me encuentras pensando en ti, porque sin decir más nada,
te puedo decir que las cosas más hermosas de la vida,
están entre dos personas que no se dicen mas nada,
por más que haya por decir.